domingo, 31 de marzo de 2013

Frase de la semana

Comenzamos el mes de abril y el tercer trimestre del curso con una frase para reflexionar...


viernes, 22 de marzo de 2013

LA ESTRELLA FUGAZ. (Cuento)


Había una vez una pequeña estrella que vivía en un rincón lejano de una galaxia aún sin nombre. A menudo escuchaba las conversaciones de las estrellas mayores que hacían referencia a otros mundos llenos de la vida de numerosos seres distintos y de luz.

Una noche, tras la diaria conversación de las mayores, dijo a su madre que quería convertirse en estrella fugaz y así poder observar sus ojos también las maravillas que sus oídos escuchaban. Su madre se negó rotundamente alegando que era peligroso andar por esos mundos inmensos sin conocerlos bien, que temía que se perdiera. Pero la pequeña estrella era demasiado obstinada y había tomado la determinación, así que a su madre no le quedó otra que aceptar el hecho y decirle que primero tenía que prepararse convenientemente y después pedir permiso al Consejo de astros.

Cada mañana, tras amanecer, la pequeña estrella se esforzaba más y más por aprender las numerosas rutas celestes y por coger la fuerza necesaria para emprender lejanos viajes. Cada noche probaba con su madre, en distancias cortas, lo aprendido horas antes.

Y así, cuando estuvo preparada, rogó a su madre que la dejara ir a hablar con el Consejo. Su madre, viendo el entusiasmo de la pequeña, accedió a su petición.

Este Consejo, que a diferencia de los de los otros mundos vecinos se distinguía por su generosidad, estaba formado por los astros más viejos y sabios de la galaxia. Astros que, en su larga vida, habían acumulado experiencia y conocimiento, sabiduría y prudencia.

La pequeña estrella se vistió con sus mejores destellos y se engalanó con su luz más blanca. Habló tímidamente pero con entusiasmo. Los astros, notando su empeño, ilusión y sinceridad no pudieron por más que concederle lo que pedía. Una semana en aquel rincón lejano del universo. Pasada esa semana habría de regresar.

¡Qué gozo más enorme, qué nervios, qué ganas de emprender el viaje!

Descansó durante todo el día, cogiendo fuerzas para cuando llegara la noche. Su madre, protectora y amiga, también sentía nervios. Por un lado no quería que se fuera su pequeña, por otro comprendía que no podía retenerla contra su voluntad.

Y llegó la noche. Se fundió en un abrazo de tiempo incalculable con su madre, miró al infinito y echó a volar. Nadie sabe con certeza cuánto tiempo empleó en el camino, nadie sabe con certeza qué rumbo tomó, nadie sabe con certeza qué fuerza la guiaba, pero antes de que el sol de aquel rincón del universo despertara, la estrella llegó a su destino.

Desde lo alto divisó luces en un planeta y supo que había llegado. Extrañada por tanto movimiento fue, poco a poco, comprendiendo lo que allí sucedía. Vio cómo pequeños seres se movían de aquí para allá. Vio cómo algunos de esos seres hacían ruidos extraños con su boca, unos emitían sonidos acompasados, otros contestaban y otros simplemente reían. Siguió investigando y descubrió montañas, valles, ríos. Fue descubriendo todas aquellas cosas auténticas que se daban cita en aquel mundo misterioso.

Y descubrió un jardín, lleno de campanillas blancas, de flores se diría que hasta sonrientes, de rosas y violetas de nombre no conocido a las que se le notaba cierta envidia cuando vieron pasear entre ellas a uno de esos seres caminantes. Y cerca de ellas descubrió el mar.No había salido de su asombro cuando le esperaba la sorpresa mayor. Ocurrió en un pueblo con castillo, al sur de una península que llamaban de los iberos, un pueblo llamado “ la hora de la cena” o algo así, no quedó mu claro. Detrás de las flores, entre los árboles, vio dos seres jugando, riendo. Se quedó inmóvil, fue para ella como descubrir la razón que le había empujado a lanzarse a aquella aventura. Descubrió a los niños.

Deseó convertirse en niña y corretear y jugar y reír con ellos. Se sintió dichosa y feliz. Cada noche se asomaba al mismo lugar a buscar a esos niños juguetones y sonreía desde lo alto.

Pasada ya la semana tuvo que regresar. La verdad es que le costó trabajo dejar aquel lugar, pero iba dichosa por todo lo que había descubierto y se dijo a sí misma que algún día, aunque pasara mucho tiempo, volvería a ese sitio.

Aquella pequeña estrella fue, en definitiva, la primera viajera del espacio y la responsable de que, si miramos a lo alto en una noche serena, veamos estrellas fugaces que vienen a ver a los niños jugando en este planeta en el que se dan cita tantas cosas para que sus ocupantes las disfrutemos.

Pero no podía ya conformarse con lo vivido; quería más, necesitaba más. Rogó a su madre que la dejara ir de nuevo a hablar con el consejo. Y esto fue lo que pasó: ........

Alfonso Pedro Domínguez
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  • ¿Te ha gustado el cuento? Ahora te toca continuarlo; piensa qué te gustaría que ocurriera y escríbelo.
  • Haz dibujos que ilustren la historia; entre todos seleccionaremos los que más nos gusten para imprimirlos con el cuento (pueden ser los tuyos y aparecer tu nombre como "ilustrador/ilustradora").

miércoles, 20 de marzo de 2013

La Hora del Planeta

Únete al mundo para proteger el Planeta
Ciudadanos, empresas, ayuntamientos, centros educativos... todos somos parte de la solución. Participa en la mayor campaña de conservación del medio ambiente.
 
 

martes, 12 de marzo de 2013

"Agua maldita"

Baños en la Alhambra de Granada
Conocemos a Nostradamus por sus profecías, que siguen siendo bestsellers en el mundo.
Ignoramos que Nostradamus fue también médico, un médico insólito, que no creía en las sanguijuelas y contra las pestes recetaba aire y agua: aire que ventila, agua que lava.
La mugre incubaba plagas; pero el agua tenía mala fama en la Europa cristiana. Salvo en el bautismo, el baño se evitaba porque daba placer y porque invitaba al pecado. En los tribunales de la Santa Inquisición, bañarse con frecuencia era prueba de herejía de Mahoma. Cuando el cristianismo se impuso en España como verdad única, la Corona mandó arrasar los muchos baños públicos que los musulmanes habían dejado, por ser fuentes de perdición.
Ningún santo ni santa había puesto nunca un pie en la bañera y entre los reyes era raro bañarse, que para eso estaban los perfumes. La reina Isabel de Castilla tenía el alma limpia, pero los historiadores discuten si se bañó dos o tres veces en toda su vida. El elegante Rey Sol de Francia, el primer hombre que usó tacones altos, se bañó una sola vez entre 1647 y 1711. Por receta médica.
Eduardo Galeano - "Espejos, Una historia casi universal". Ed Siglo XXI, 2008
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 Más información sobre "Los baños en Al-Andalus"

jueves, 7 de marzo de 2013

8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer.

Virginia Woolf
Adeline Virginia Woolf (Stephen de soltera; Londres, 25 de enero de 1882 – Lewes, Sussex, 28 de marzo de 1941) fue una novelista, ensayista, escritora de cartas, editora, feminista y escritora de cuentos británica, considerada como una de las más destacadas figuras del modernismo literario del siglo XX. 

Más información en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Virginia_Woolf



El 8 de marzo, un día para reivindicar los derechos humanos de las mujeres y hombres y agradecer a las grandes mujeres de nuestra vida que cada día luchan por un mundo mejor y por un mundo donde la igualdad en Derechos y Dignidad sean realidad.